
Las sombras me persiguen, haciendo formas a mi alrededor. El sol me saluda mientras bailo contigo; me gusta jugar con tu olor. Regálame más miel y un poco de sol.

Como bailarina perdida entre el ritmo y el sol, me desvanezco lentamente ante tu mirada. Mis nervios me ganan y mi mente se nubla. Totalmente perdida en el tiempo, bailo unas piezas para ti. El tiempo se congelada como un sueño y se plasma en la eternidad detrás del lente de tus ojos. Nadie más fue testigo, solo tu y yo. Como retrato sin revelar nos convertimos en hilos y pensamientos sin sentido ni conexión, sin darle razón a ninguna neurona. Nuevamente el sol marcó las 4:30 y con eso nos dejó.


