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Y entre tu boca y la mía hay un
mordisco, ¿o dos? Dame 3 mejor.
Regálame tus ojos, pero solamente
porque me encantan como brillan al
mirarme, como se seducen al seguir el
trazo de mi cuerpo,
como se deleitan cuando nuestras miradas se cruzan en disimulo.
Déjame entrar, noc noc, estoy afuera.
La foto no es de mi autoridad.
Edición por Lucía Zea