Humano.

Humano.

Color. Verde

Movimiento. Borroso

Hay deseo de respiración, un deseo de sentir y de fluir. Una necesidad de crecer y se sembrar nuevas semillas.

Una obsesión por lo verde, una obsesión por lo humano.

El color en medio de una pandemia mundial se vuelve trivial para la salud mental y la energía del ser humano. Permite al ser humano conectar con bienestar, conectar con el inicio del proceso para volver a crear y volver a sentir.

Estas últimas semanas han sido caos, enfermedad y ruido, y me he encontrado ahogándome en el dolor de un país y en la locura del encierro, con la necesidad de respirar, de vida y salud; Sumergida en un mar de inspiración natural y lleno de color verde.

Una línea de acción, un circulo de reacción, una línea descontinua.

El color se incorpora en la moda como elemento crucial de expresión que permite el hablar a través de las prendas, el representar una idea o un sentir en medio de la unión de prendas.

De acuerdo con WGSN los colores orgánicos ganarán importancia en el 2023 ya que conectan con el nuevo romance, en especial, una conexión con la naturaleza y el campo que representan el balance y el bienestar; la plenitud.  Los colores representan la sanación como un ritual diario y como parte de un balance entre lo físico y la salud mental. (Global Colour S/S 23 by WGSN 2021)

Después de días de reflexión, solo me queda decir que los colores para mi reflejan una búsqueda interna de bienestar. Una búsqueda de cambio desde lo interno a lo externo. Una deconstrucción para la construcción de la vida.

Seguiré reflexionando, seguiré luchando por lo que creo, pero sin dejar a un lado mi bienestar, mi felicidad.

Aquí te dejo un moodboard de inspiración, un reflejo de lo que me inspira en medio del caos.

Hasta la próxima

Mona

https://www.wgsn.com/fashion/article/90348

Las señales del cuerpo

Saber cuando parar, saber leer las señales que nos manda el cuerpo.

Muchas veces nos creemos invencibles y creemos que tenemos que hacer todo a la perfección y al par de la letra, pero se nos olvida que somos humanos. Se nos olvida que nuestro cuerpo tiene un limite y que necesita de nuestra colaboración para poder rendir.

Esta semana mi cuerpo mi dijo PARA, me dijo si no piensas en mi, no voy a poder continuar… y efectivamente no le dio. Nos hemos acostumbrado a que tenemos demostrar diariamente que somos todo y ¿Para qué?

 Y como estoy en esa etapa de STOP, de dedicarme unos minutos más a mi que a lo demás, me encuentro de nuevo entre las letras y la poesía que calma mi ser. Me encuentro explorando las letras de mi alma y dibujando entre la ropa una forma de expresar ese sentimiento de pertenencia. Encontrando una forma de contar una nueva historia a través de las siluetas que cubren mi piel, y al mismo tiempo sumergiendome entre las cosas que muchas veces me han inspirado.

Inserta: a.n de Sonia ovalle Villadiego

“A veces volamos alto porque creemos que llegando a la cima vamos a encontrarnos con todos nuestros sueños y cumplidos, creemos que allá arriba está toda la esperanza y los resultados de cada acción que hayamos cometido con ganas de salir adelante.

Dicen que el cielo es el límite pero

¿Acaso hay un límite establecido?

Puede que en el camino te des cueta

Que tu propósito de vida siempre estuvo más cerca,

En la atmosfera, o si por alguna razón

No sientes ningún tipo de satisfacción

Llegando tan alto y quieres seguir.

Primero hay que ir volando bajito.

¿De qué te sirvw querer una vida extraordinaria

Cuando aún no disfrutas de la belleza de lo cotidiano?

Para ser feliz no se necesitan cosas inalcanzables,

Auqnue los sueños nunca están de más.

Para ser feliz necesitas sentir la satisfacción

De estar en el cielo

Sin haber siquiera dejado de tocar el suelo.

Nada es más lindo que la satisfacción

De sentirse completo.”

La verdad siempre me he sentido identificada con la cotidianidad, por ende este vlog, y mi constante necesidad de escribirlo todo, de anotar y recordar cada momento de la vida.

Me ire a disfrutar unas cuantas cartas del alma, me vestire de poesía y narraré mi sentir una vez más.

Por ahora, un café y un par de letras más.

Nos vemos en una próxima

Lucía

La zona gris

Vivir en Bogotá

Me gusta pensar que en Bogotá se vive en dualidad, entre el ruido y el silencio, la oscuridad y la luz, el movimiento y la quietud.

Es en esos estados en los que me encuentro últimamente, más que todo entre el completo movimiento o la completa quietud. Y creo que muchas veces nos mantenemos en ese ritmo y no sabemos vivir en la zona gris.

La zona gris para mi sería hacer algo más allá que trabajar, más allá que estar acostada haciendo nada, la zona gris sería vivir. Ir más allá del completo movimiento en medio de las tareas del día y la completa quietud gracias a que el movimiento te sacó toda la energía.

Y es por eso que hoy, en horas de la madrugada, tratando de cumplir con todos mis deberes, es que por fin me obligo a sacar un momento para vivir, para existir. Un momento para mi.

Aquí estoy, en medio de la preparación del almuerzo para el día de hoy, de esperar a que se termine de hacer el pollo y en medio del momento adecuado para alistarme y salir, buscando entre mi mente las letras y las palabras que merodean como gatitos buscando leche.

Eso si, hay momentos donde la zona gris gana entre lo blanco y lo negro, pero no es gratis, siempre requiere de un sacrificio. Pero hay un pequeño problema: de nada sirve hacerlo esporádicamente. La idea es convertir la zona gris en un hábito y en una prioridad. El problema viene al intentar programar el cerebro a que repiense sus prioridades. Es muy complicado en una sociedad donde siempre nos han dicho que el estudio y el trabajo es lo primero y de segundo estamos nosotros como persona, como mente y como humanos.

Pero.. mas vale tarde que nunca.

Aquí estoy entre las teclas luchando contra mi mente maquinando sus mil y una tareas que cree que son mas importantes. Aquí estoy viendo como se me acaba el tiempo, pero con claridad de que no lo he perdido; Que he ganado, que hoy gané yo.

Hoy decidí ponerme a mi primero: parar y obligarme a estar en la zona gris.

Intentaré volver, es tan placentero.

En una próxima será

Un abrazo

Lucía

Inspiración

En medio de la locura diaria, he dejado un poco el escribir, lo cual confieso que me duele y me hace falta.

Aunque este no sea un post conceptual ni muy elaborado, me siento en la necesidad de dejar un poco de inspiración para aquellas personas que también lo necesiten como yo.

Estos son algunos de los tonos y looks con los cuales estoy obsesionada ultimamente.

En punto medio entre el estilo y la comodidad para trabajar y luchar por mis sueños y metas.

¿Cuál es tu look favorito?

hasta la próxima

Mona

Un feeling.

Sí, yo sé que a un título no se le puede poner punto.. pero no sé.. me gusta ponerle sentido a mis pensamientos. ?¿

Estar en casa me ha cambiado la vida en una vuelta 360. Los días son iguales, el tiempo libre es poco en medio del estudio, las ganas de descansar son muchas y al mismo tiempo la necesidad de hacer algo diferente a estar encerrada son altas. Encontrar diferentes momentos dentro de un mismo espacio es el reto de este año. Es precisamente este el ejercicio de este blog, fomentar dentro de mi cotidianidad diferentes espacios que hagan la vida más grata en medio de la virtualidad pero sin dejar a un lado la realidad de la cotidianidad. No, no todos los días me visto creativamente ni como me gustaría. No todos los días hay ganas ni tiempo para eso, muchas veces la rutina de estudiar gana y la comodidad se vuelve esencial para una estudiante de séptimo cuatrimestre viendo 9 materias.

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Hoy por ejemplo era uno de esos días en los que quería explorar a través de mis outfits pero el momento y el día permitieron que la comodidad ganara. Y es así como mi alma, cuerpo y mente se sintieron mejor.

últimamente esta es la estética e inspiración que recorre mi personalidad, trabajos y ambiente. Es una exploración muy de los noventas y mucho más amigable con mi realidad de vivir, estudiar, trabajar y dormir en el mismo espacio.

Llevo mucho tiempo evitando ese lado creativo, ese lado conceptual del cuál siempre creo contenido de en Distress&heigts y en mis trabajos universitarios, y realmente apenas hasta hace unos días entendí el porqué: Mi cotidianidad le gana a esos espacios sobre-preparados y estructurados. Mi cotidianidad es más libre, más sencilla, más real, más simple. Pero es hasta hoy que siento la necesidad de sacar el espacio dentro de los 8 trabajos que tengo que hacer para dejar mi corazón en este nuevo espacio. Hoy surgió esa sensación de escribirlo todo de una vez, todo a la vez. Y de repente en medio del sonido de las teclas que se me ilumina la cabeza, encontrando por fin un poco de sentido a mis días; En medio del ejercicio entiendo que esto es lo que me hacía falta. No me malinterpreten: amo mi parte creativa, estructurada, conceptual y que todo lo que hay allí tiene un sentido y propósito que se conecta, pero también tengo la necesidad de sacar ese lado de espontaneidad, honestidad y sinceridad de mi ser; una lucía cotidiana.

Por ahora regresaré a mis estudios,

gracias por hacer parte de este recorrido.

Un abrazo,

Lucía

**

Un diario en alta voz por Lucía

Regresar al hogar, regresar al ser: Reencuentro.

Me encuentro buscando el inicio, me encuentro tratando de entender qué es lo que hace falta. Llegan de nuevo los pensamientos de desmantelarme y dejar mis palabras fluir al mismo ritmo que mi ser. Me encuentro necesitando regresar a lo natural, a lo des-estructurado. En necesidad de complementar mi lado conceptual y artístico con el día a día, con lo cotidiano.

Es necesario reencontrarme con la cotidianidad, con los momentos de silencio. Es necesario reencontrarme con el diario, con el diario escribir, con un espacio como este para dejar en escrito esos momentos reales, desmaquillados y honestos. 

Nace de nuevo ese espacio para el blog, para narrar y generar espacios de mi vida. Nace de nuevo mi compañero de ser; Un espacio para amar, para reflexionar, para hacer nada. Un espacio para escuchar mis pensamientos aburridos. Un espacio para conocerme más a mi misma, un espacio para soñar con una versión de Nueva York colombiana en Bogotá (en mi cabeza, claro está); Una combinación de movimiento, amor, escritura, café y moda. Un espacio para explorar más la ciudad, para retarme a vivir, para explorar los espacios y el tiempo, un espacio para soñar y vivir la cotidianidad.

Un espacio donde puedo hablar conmigo misma, un espacio para hablar en voz alta.  

Esto no es para nadie, pero espero puedas identificarte con este diario en alta voz.

un abrazo,

xoxo 

Lucía

Humano.

Humano. Color. Verde Movimiento. Borroso Hay deseo de respiración, un deseo de sentir y de fluir. Una necesidad de crecer y se sembrar nuevas semillas. Una obsesión por lo verde, una obsesión por lo humano. El color en medio de una pandemia mundial se vuelve trivial para la salud mental y la energía del ser…

Las señales del cuerpo

Saber cuando parar, saber leer las señales que nos manda el cuerpo. Muchas veces nos creemos invencibles y creemos que tenemos que hacer todo a la perfección y al par de la letra, pero se nos olvida que somos humanos. Se nos olvida que nuestro cuerpo tiene un limite y que necesita de nuestra colaboración…

La zona gris

Vivir en Bogotá Me gusta pensar que en Bogotá se vive en dualidad, entre el ruido y el silencio, la oscuridad y la luz, el movimiento y la quietud. Es en esos estados en los que me encuentro últimamente, más que todo entre el completo movimiento o la completa quietud. Y creo que muchas veces…

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